La tarima de Iroko actualmente está siendo principalmente utilizada para la fabricación de suelos de madera y madera estructural como vigas.

El iroko o com su nomenclatura Chlorophora excelsa Benth & Hook y Chlorophora regia A. Chev, es una especie que tiene una amplia distribución en África. Sus masas forestales son importantes y tanto la producción y como la exportación de madera de iroko son estables.

• Es una madera muy similar; tanto en aspecto como en propiedades, a la madera de teca por lo que es frecuente que se denomine “teca africana” y que se sustituya por ella por su coste inferior, aunque la variación de precio es mínima.
• Es densa, dura, estable y muy resistente. Está clasificada como muy durable o durable frente a la acción de hongos, durable a las termitas y sensible a los xilófagos marinos.
• La madera de duramen no es impregnable, mientras que la de albura sí lo es.

Tiene una gran variabilidad de tono cuando no está seca, a veces, incluso cuando procede del mismo árbol y la madera de albura suele ser de color amarillo pálido o blanco amarillento y la de duramen de color marrón amarillento, que se torna a marrón dorado cuando está expuesto a la luz.

Se trabaja muy bien y su superficie queda con un muy buen acabado y su veta presenta la fibra ligeramente entrelazada da lugar a unas chapas muy valoradas en decoración y mobiliario.

Además, el encolado, clavado y atornillado no presentan problemas, es por eso que sus aplicaciones son múltiples como la carpintería de exterior y de interior, las chapas para recubrimientos decorativos, mobiliario y ebanistería, construcción naval y tornería, entre otros.

En la actualidad, la madera de iroko se está utilizando principalmente para la fabricación de tarimas y vigas. Uno de mayores usos de la madera de iroko hoy en día es para tarimas y suelos, tanto de interior como de exterior.

Su mantenimiento es muy sencillo y sólo necesario en su uso en ambientes exteriores.

A veces la madera de iroko varía de color por la exposición a la luz, pero una simple aplicación de aceite de teca (por sus características similares) es suficiente para recuperar su color natural.