Recientemente hemos realizado un proyecto de instalación de tarima de roble en espiga en una vivienda particular en Madrid, donde el cliente quería darle un toque distintivo y acogedor a su hogar.

Para ello, seleccionamos cuidadosamente las mejores piezas de roble, un material noble, resistente y duradero, que aporta calidez y naturalidad a cualquier espacio.

El resultado ha sido espectacular, como puedes ver en las fotos que acompañan a este post. La tarima de roble en espiga ha quedado perfectamente integrada con el resto de la decoración, creando un ambiente sofisticado y confortable.

El cliente ha quedado encantado con el trabajo realizado por nuestro equipo de profesionales, que se ha encargado de todo el proceso, desde la medición hasta el acabado final.

¿Por que tarima en espiga?

La tarima de roble en espiga tiene varias ventajas que la hacen una opción muy atractiva para los suelos de madera. Algunas de ellas son:

• Exclusividad en el diseño: El patrón que dibuja el suelo de madera en formato espiga o punta hungría es tan característico y diferenciador que por sí solo aporta exclusividad al espacio.
• Dinamismo del suelo: Estos patrones en zig-zag crean una ilusión de suelo dinámico que se diferencia de los clásicos suelos de lamas.
• Elemento decorativo: La tarima de roble en espiga tiene una gran presencia y elegancia, y puede combinar con distintos estilos decorativos, desde el más clásico al más moderno.
• Resistencia y estabilidad: La madera de roble es un material noble, duradero y de calidad, que ofrece una buena resistencia al desgaste, a los golpes y a las variaciones de temperatura y humedad.
• Versatilidad: La tarima de roble en espiga se puede instalar en diferentes ángulos (35°, 45°, 55° o 90°) y con diferentes acabados (aceitado, barnizado, biseles, etc.) para adaptarse a las preferencias y necesidades de cada cliente.